Su Espada. Vieja Energía. Niña Interior.
Por Arcángel Miguel
Canal: Rocío García
Acapulco, Gro. México
29 sept 2012 (Día festivo de San Miguel Arcángel).
-¡Jelour Miguel Arcángel!
Buen día y ¡Muchas felicidades!
Gracias por tu dedicación y servicio a nuestro Planeta y la Humanidad.
¿Sabes de mis sentimientos hacia ti?
- “Estamos conectados: tú, yo, el planeta, y tu Yo Superior.
La Naturaleza me ama y me reconoce”.
- A mí me dio trabajo reconocerte. Aunque en el fondo siempre me ha gustado tu nombre y su significado. Siempre me has caído bien.
- “No temas. Esto es verdad. (Lo que estoy escuchando y escribiendo). Suéltate. Ten confianza.
No aprietes la pluma (el bolígrafo). Suelta tu mano y tu cuerpo”.
- OK. Gracias por decírmelo.
- “Eres bendita: tú, y muchos aquí en la Tierra. Esperan un cambio radical y lo tendrán. Sean pacientes y perseveren.
No decaigan. Déjame tocar tu corazón en este mo mento, para darle nuevos bríos”.
- Gracias. Lo necesito de veras.
- “¿Te gustan las espadas?”.
- Sí. Hay algunas muy bonitas y con una leyenda fabulosa atrás de ellas. EXCALIBUR, por ejemplo. La espada laser de los Jedis en la película La Guerra de las Galaxias. Y otras me dan miedo, pues pueden lastimarme.
- “Mi Espada de Fuego Sagrado, Fuego Celestial: te protege, y a muchos otros. Ella es como un Bautismo de Fuego cada vez que te toca. Tus partículas son afectadas cuando la atravieso por tu cuerpo. A veces es ROJA. A veces AZUL, o BLANCA. Tus átomos bailan y la reconocen. Tu YO Superior se inclina ante Ella y la besa. Tu YO Superior trabaja con Ella, en otros planos. Eres diestra en manejarla. Tu YO Superior y Yo: Estamos muy unidos aunque no estés consciente de eso”.
(Fue una gran sorpresa enterarme).
- Mis sentimientos hacia ti ¿Son puros? ¿Los sientes?
- “Los siento. Llegan a mí como rayos de Sol. Me tocan internamente. Los dejo entrar y tocar Mi Espada: A veces pongo Mi Espada para que tus sentimientos la toquen y se Unifiquen.
En ti hay PUREZA. Siéntela. Acéptala. Nos facilitarías más nuestro trabajo: si lograrás aceptar ciertos aspectos desarrollados en ti”.
- Te pido Humildad y Valor para hacer lo que me dices.
- “La Humildad la tienes. Pero tampoco te la crees.
El Valor-Coraje lo traes en la sangre: déjalo FLUIR. No lo obstruyas.
Voy a atravesar Mi Espada Solar en tu CENTRO-CORAZÓN, ¿sientes?”.
- ¡Sí!... es entre roja y amarilla como el fuego. Veo que se mueve Su Fulgor dentro de mí.
Está platicando con mi sangre. Mi sangre la va a obedecer: Tu Espada le está dando Instrucciones Sagradas de algo.
Mi sangre, con reverencia está escuchando. Mi sangre se adhiere a Ella: La cubre ¡Y mis átomos bailan! ¡Celebran!... Hay fiesta dentro de mí. Ahora es AZUL. Tu Espada Solar se ha vuelto AZUL y BLANCA.
- “Lo que hago contigo: lo hago con muchos. Son SELLOS. Están SELLADOS por algo y para algo”.
- ¿Trabajo de la Luz?
- “Sí. Trabajo de Luz Incandescente. Les da ánimo, fortaleza. Los purifica y empuja, en otros Planos Superiores, y en éste”.
- La Vieja Energía aún está a mi alrededor. La veo y la siento.
- “No te descompongas ante Ella. Yérguete. No te inclines ante Ella. Hónrala. Háblale. Ponle límites. Ella obedecerá tus límites. Se fuerte y paciente. No la mal mires, ni le temas. No es necesario temerle. Yérguete, y hazle saber que estás enterada de su presencia, pero díctale tus límites con firmeza. No huyas de ella: ¡Te correteará si le huyes! Es mejor la calma y confrontarla hablándole, NO RETÁNDOLA, sino; hablándole FIRME”.
- Gracias por tus consejos, Capitán de las Huestes Celestiales.
(San Miguel Arcángel se ríe porque sabe a dónde quiero llegar cuando me refiero a Él como ‘Capitán’).
- “Pregúntame lo que deseas saber, Capitana”. (Me sonríe, y enfatiza la última palabra).
- ¿Sabes Tú, por qué Jeshua-ben-Joseph me dijo ‘capitana’?
- “Sí. Lo sé”. (Sonríe).
- ¿Me lo puedes decir?
- “Aún no. Estás en TU proceso de serlo. Tu preparación comenzó”.
- OK. No preguntaré más sobre eso. Voy a echarle ganas a mi preparación. Más o menos percibo por donde va la cosa.
- “Háblame de Tu Niña Interior”.
- ¡Ahhh! ¡ELLA me gusta mucho! Me tiene fascinada. ¡Me cae muuuy bien! Me encanta cuando sale y se expresa. Estoy fielmente enamorada de la sonrisa de mi niña interior ¡La amo! Ella me purifica, le da oxígeno nuevo a mi vida.
¿La tengo que proteger? ¿Hay un momento y lugar para que ella salga, juegue, y se exprese?
- “Sí. Protégela siempre. Hay personas que NO COMPRENDEN a los Niños Interiores: Porque DESCONOCEN SU PROPIO NIÑO INTERIOR, y pueden ser crueles con ellos. Te pueden lastimar. Se intuitiva y protege a Tu Niña Interior. No la expongas a las aves de rapiña. Se cauta. Muchas veces es mejor quedarse en silencio.
Hay personas que PERMITEN salir a jugar y expresar: a Su Niño Interior. Eso es Sabio, y Saludable para el alma, para el cuerpo, la mente y las emociones. Las células se regeneran cuando un niño interior sonríe o sale a jugar, o expresarse. El AMOR es innato en los Niños Interiores: por eso surte tan buenos efectos en sus cuerpos y demás aspectos: cuando los dejan salir, jugar, y expresarse libremente.
Un Niño Interior NUNCA muere. Se le puede reprimir o bloquear, silenciarlo: pero siempre está VIVO, esperando que LO RECONOZCAN, que lo saquen a pasear, a VIVIR, a expresarse.
Eres Bendita, Niña querida por todos nosotros”.
- Muchas gracias Arcángel Miguel. Mi Niña Bendita también los ama y los reconoce. Y les agradece Su Ayuda.
- “¿Es Todo?”.
- Por el momento sí. Gracias.
Pero al rato espero verte y escucharte en el nuevo Temazcalito de las Sras. Y. y L. y el Sr. C., allá en Pie de la Cuesta.
- “Así será”.
- OK. Allá nos vemos.
Besos.
(Bendigo mi último trabajo de oficina que ejercí de octubre 2011 a mayo 2012. Por encima de que mi jefa inmediata nos practicaba bulling laboral a mis compañeras y a mí, obtuve un bello regalazo: Saqué a mi Niña Interior. La contacté, y me gustó.
Bendigo y agradezco a todas mis compañeras de ese trabajo, porque admito que ellas influyeron benéficamente en mí, para abrirle paso y aflorar: Mi Niña Interior.
Gracias compañeras –LQ. YG. RP. CP. GD. TN. ES.-.
¡Mi gratitud eterna estará con ustedes siempre! Las amo y las bendigo).
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